jueves, 21 de abril de 2011

Un día en la vida


YO, EL PERRO

Soy un perro errante. Mis ocho hermanos y yo nacimos debajo de un puente y me separaron de la camada a los pocos días de nacer, pues un reciclador me cogió y me llevó junto con él para venderme en el centro de la ciudad.  Así pasaron los días y nadie me quería comprar y el reciclador, hombre de mal corazón, me abandonó mientras dormía en mi caja pequeña de cartón. Las garrapatas y pulgas hicieron de mi piel su hogar y terminé con huecos en la piel. Han pasado ya 35 años (año de perros) y sigo viviendo en la calle, hurgando en la basura todo el día probando mi suerte si encuentro algún pan a medio comer, una envoltura de chocolate o palomas muertas para comer. Se habla que los perros no distinguen colores, eso es una mentira: todos nosotros distinguimos todos los colores que, ustedes los humanos, pueden. ¿Por qué nos damos vueltas en círculos en el lugar en el que vamos a dormir? ¿Para hacer una barrera anti pesadillas? ¡NO!, ¿qué clase de tontería es esa? nos damos vueltas porque marcamos nuestro territorio, al igual que cuando orinamos en cada esquina, árbol o grifo. Dicen también que aullamos como lobos cuando vemos fantasmas. Esa es otra mentira, aullamos porque la luna está en su mayor esplendor y nos gusta mucho. Mucho menos odiamos a los gatos. Simplemente les tenemos curiosidad, son ellos los que huyen de nosotros por nuestros grandes y afilados dientes. Lo único que es cierto entre todos los mitos, que ustedes los humanos, crean, es el hecho de que tenemos un olfato y oído de primerísima calidad. Puedo oler a un perro a 15 metros de distancia. Gracias a mi  oído puedo chismotear sobre la vida de otras personas. Justo en este momento, viene caminando por la acera el hombre rico que pelea todos los días con su mujer (dicen que esta le engaña). Iré a jugar con su pierna y a saltar en su regazo solo para fastidiarlo y hacer de su vida aún más miserable.


YO, EL DE LOS CUERNOS

La puerta emitió un estruendoso sonido porque la cerré con una fuerza hercúlea y con furia a causa de una pelea con mi esposa. Ya no sé qué pensar de ella: llega tarde a casa, cansada, se encierra en su cuarto de estudio para "corregir trabajos", pero yo dudo mucho de eso: en contadas oportunidades la he escuchado hablando por el teléfono. Ella afirma que se trata de un muchacho que necesita ayuda constante porque viene del extranjero y la educación allí es menor. Han llegado a mis oídos que mi esposa me engaña con su alumno. Que la han visto yendo a restaurantes, clubes nocturnos e incluso entrando a un hotel con ese chiquillo. <No sé por qué me haces esto, mujer>, <yo que te he dado todo lo que has querido:carro, joyas, abrigos de piel> <¡¿Por qué?! ¿Por qué siempre peleamos después del sexo?>. Tuve que sacar un pañuelo de mi bolsillo porque empezaron a brotar lágrimas de mis ojos. <¡Aléjate, perro sarnoso!> <¡Chu, chu!>. Ese perro asqueroso siempre salta hacia mí cuando me ve. Deberían llevárselo de una vez por todas a que se duerma por siempre. Ahora camino cerca a la pileta fumando un cigarrillo rubio en la noche alumbrada por faroles pensando si creer esos rumores o no. Yo le creo a mi esposa, prometió serme fiel y estar junto a mí hasta que la muerte nos separe. Se lo dejaré en manos de Dios.




YO, LA INSATISFECHA


Mi marido sufre de impotencia, yo soy una mujer que, como todas, necesita que la hagan feliz en el ámbito sexual. Simplemente no podía seguir viviendo así. Hace unos meses que me veo con un alumno de mi clase a escondidas. Al principio pensé que estaba mal, no quería hacerlo,  pero la tentación fue mayor: mi marido llevaba tiempo sin satisfacerme y el joven me atrajo mucho por su timidez, su físico y sus ojos que emitían fuego cada vez que esquivaba mi mirada. Nuestra primera experiencia fue aquella vez que lo invite a al palacio porque quería que me ayude a manejar correctamente el ordenador y lo seduje haciendo que se me caiga el lapicero al piso, haciendo notar mi trasero a través del vestido muy pequeño que tenía. El chico se tapó los ojos, pero me di cuenta que me había visto  a lo que se disculpó muy nervioso. Lo callé poniendo mi dedo índice sobre sus labios. Cogí su mano derecha y la coloqué sobre uno de mis  redondos y duros senos. Él la quería sacar pero ya se lo impedí con mi fuerza y empecé a besarle con pasión, me quite el vestido en unos segundos (no tenía ropa interior puesta) y salté sobre él rodeándolo con mis piernas, me tiró al escritorio botando todo lo que estaba sobre él y luego de mucho años pude sentirme una mujer satisfecha de nuevo. Desde ese día lo hacemos en la universidad, en hoteles, en la casa cuando no está mi marido y en todo lugar asequible. Y la verdad, no  me arrepiento de nada. Apiádate de mí, Dios.


YO, EL DIABLO


Saben que mi nombre, que aparece muchas veces en la Biblia es uno de los más recordados. Todo lo que se dice ahí de mí es verdad. Quiero que se sepa que al reconocerlo lo afirmo con toda modestia. Dios creó al hombre a su imagen y semejanza ante nosotros, los ángeles; pero, cuando nos pidió que nos postráramos ante él, yo me negué. Le dije a Dios que Adán estaba hecho de barro y yo de fuego (como todos saben, una materia superior) y Dios me consideró soberbio. Me echó del Paraíso pero me permitió vivir hasta el día del juicio, hasta la resurrección de los muertos. El altísimo Dios y yo llegamos a un acuerdo: yo ayudo a poner a prueba a los siervos de Dios intentando tentarlos. Los justos toman la decisión correcta y no se apartan del buen camino mientras que los malvados son vencidos por la carne , pecan y son condenados rápidamente al infierno. Los pecados que hago cometer son en realidad cosas que Dios quiere que ocurran. Dios me dijo que todo aquel que caiga en pecado se iría al infierno junto conmigo a torturar su alma por toda la eternidad. Esas son cosas que ya, todos ustedes saben, no les digo otras cosas porque sé que no me creerían. Me he ganado esa fama de mentiroso, promiscuo, derrochador, pérfido y todo lo malo que puedan imaginar gracias a la Biblia. Represento la maldad pura y estoy presente cada vez que alguien piensa pecar o mencionan mi nombre (quién sabe, tal vez ahora estoy a tu lado mientras lees esto), cada vez que mientes, en ese mentalidad sucia que tiene un joven al masturbarse, en esa oportunidad del delincuente en robar a una anciana . Hace poco entré a la conciencia de una mujer para cometer adulterio y a la de su joven amante a cometer infidelidad; ya tienen aguardadas dos vacantes seguras para entrar a mi reino. Siempre me presento y despido de forma amigable. Que tengan una muy buena vida como siervos de Dios, no olviden siempre creer en Él y no pecar porque no me gusta trabajar para nada.


YO, EL PECADOR


Me despedí de mi madre que estaba cocinando, junto con mi hermana, el almuerzo . Mi padre nos abandonó hace 12 años atrás. El día que se fue me dijo que cuidara mucho a mi madre y a mi hermana, que yo pasaré a ser el hombre de la casa y que la defendiera a toda costa. Fui el único que sabía que se iba a marchar: cuando mi madre se enteró se desenfrenó porque mi padre había dejado muchísimas deudas y mi casa se convirtió en un lugar lúgubre y silencioso. Desde ese día no dejó de pensar de cómo se acobardó. Conocí a mi novia en la universidad hace 3 años, desde que me admitieron. Es lo mejor que Dios pudo ponerme en mi camino. Ella es muy dulce y se preocupa mucho por mí, sé que está realmente enamorada de mí y yo de ella. Con ella es mucho mejor que estar en un sueño, me hace sentir grande y muy querido. Además le amo (o al menos eso creí) hasta que le fui infiel con mi profesora de lengua y gramática. No tenía la más mínima intensión de hacer esto, mas no pude resistirme al placer carnal con mi profesora de grandes y redondos senos, de esas blancas y carnosas piernas, del olor de su ondulado cabello color canela, de esos labios rosados por los que su lengua pasaba cada vez que me miraba en el salón y yo me ruborizaba. Después de tener mi primera aventura con mi maestra, me siento muy mal por mi novia, no quiero perderle, no quiero perder a la persona más importante de mi vida. 
Me siento terriblemente mal, me siento asqueroso por dentro, no me reconozco, siento vergüenza hacía mi mismo mientras camino por el malecón y huelo el pescado, las plantas marinas, y las conchas limpísimas. Ahora camino sobre un puente, debajo pasan carros pero no muchos. El día está anaranjado  y espero que tanto mi madre, mi hermana, mi novia y, mi padre si es que ya se enteró de esto, me perdonen por esto. Mamá, sé que te irá muy bien sola y dale una buena educación a mi hermana. Por favor, si encuentras a mi padre, perdónalo, no le guardes más rencores. Sé que serán más felices sin mí. Por favor, hagan leer esta carta a mi novia porque quiero que sepa que no he conocido mejor persona que ella en mi vida y que era mi complemento para poder vivir, que me perdone por haber roto mi promesa de amor eterno. Que me perdone, también,la persona que vio mi horrible cadaver colgado en mi habitación. Adiós, los quiero, los quiero.